El órgano más grande y versátil del cuerpo humano es la piel, así como uno de los que tienen más fácil acceso, esta ventaja es aprovechada al máximo en la dermatología para realizar pequeñas cirugías y de ser necesario muchas veces se realizan extracciones de muestras de dicho órgano para su análisis clínico, y para que este análisis garantice un buen diagnóstico la muestra debe ser de excelente calidad.
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¿Qué es el curetaje dermatológico?
Se trata de un procedimiento dermatológico que se aplica para la eliminación quirúrgica de pequeñas lesiones cutáneas mediante raspado superficial de la lesión utilizando para ello un pequeño instrumento en forma de cuchara con filo mejor conocida como cureta, quedando una herida que cicatrizara de forma espontanea.
Generalmente se realiza bajo anestesia local con una duración relativamente corta, debido a que depende de la extensión y complejidad de la lesión, así como del su cantidad. Para llevar a cabo el procedimiento primero se limpia el área con alcohol, se coloca anestesia local y finalmente se procede a raspar la lesión. Es normal que se produzca un sangrado el cual se detiene a través de la aplicación de una sustancia hemostática y en algunos casos de ser necesario se puede detener el sangrado mediante electrocauterización.
El tejido removido es enviado para estudio patológico. Este tipo de procedimiento se utiliza para estudiar algunas lesiones benignas de la piel, como verrugas virales y queratosis seborreicas y en algunas ocasiones un tipo de cáncer de piel no tan agresivo como el carcinoma basocelular.
Cureta dermatológica DISPODERM
Según sea el caso que se quiera analizar siempre se debe garantizar los resultados y estos solo se pueden lograr obteniendo una muestra de piel confiable y de calidad. Esto se logra no solo con el personal capacitado sino también con el instrumento especifico, y es que para realizar la extracción de muestra de piel uno de los dispositivos médicos que se usa es la cureta, la cual se puede conseguir descartable o estéril, así como de diferentes tipos.
¿Existe riesgo de infección?
Así como con cualquier procedimiento quirúrgico, hay un riesgo de infección. Generalmente no se prescriben antibióticos y se aconseja a los pacientes cuales son los cuidados postquirúrgicos que deben seguir, así como qué hacer si la herida se llega a infectar. Existen daños importantes pero no muy comunes, como por ejemplo el daño del nervio temporal o permanente que puede resultar de haber recortado el tejido de un área de la piel con una red extensa del nervio, así como causar hematomas debido a la extracción de aire subcutánea y requerir la reapertura para drenar la herida aumentando el riesgo de infección y de marcar el área con una cicatriz.
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